S O C A I R E / Américo Fernández
Blog dedicado principalmente a temas de Américo Fernández publicados en la página editorial diario El Nacional de Caracas.
miércoles, 3 de julio de 2024
miércoles, 19 de junio de 2024
EL BAOBAB DE CIUDAD BOLÍVAR
EL BAOBAB
El Baobab, oriundo de las mesetas del África donde también abunda la ornamental Acacia, fue cultivado en Ciudad Bolívar en 1909 para ablandar los efectos perniciosos de la malaria, gracias al doctor Félix R. Páez y a su amigo el extinto comerciante Carlos Palazzi von Büren.
Las simientes expresamente encargadas a una Casa de París, Carlos Palazzi von Büren las sembró en los cuencos de un bambú. Germinaron tres, asombrosamente bien, y luego que las plantas progresaron lo suficiente fueron trasplantadas: una en el Paseo San Antonio; otra en el sector de Santa Lucía y la tercera en zona de la Cruz Verde. Ya no existen.
De manera que el árbol que amenazaba acabar con el planeta de El Principito se halla en Ciudad Bolívar, la única parte de Venezuela. No obstante el primer contacto de muchos venezolanos con este árbol milenario ocurrió seguramente leyendo a “El Principito” del escritor francés Antonie de Saint Exupery.
Lo presenta como una semilla terrible dispuesta a despertar cada mañana con la luz del día para reventar con sus raíces gigantes el planeta del pequeño Príncipe.
El Principito lucía contento con su corderito, pues éste podía comer arbustos y, por lo tanto, acabar con los baobabs cuando fueran del tamaño del rosal.
Por supuesto que en el caso del Principito, por una cuestión de preservación del pequeño planeta, se justificaba su eliminación, pero no para los habitantes de África, continente donde abunda profusamente este árbol milenario.
Para los africanos el Boabab es una bendición, pues los indígenas utilizan su corteza y las hojas como emolientes, así como la pulpa del fruto llamado “Pan de mono” para la curación de la disentería y las fiebres palúdicas.
Lo poco atractivo del árbol longevo quizá sea el que algunas tribus negras de la costa Occidental del África, cuelguen en el interior ahuecado de sus troncos a los muertos que llevaron una vida deshonrosa.
Por ser un árbol de tan lejos y autóctono del África, muy poco se conoce en Venezuela y América. Sin embargo, en Ciudad Bolívar, existe uno en la avenida Táchira, clonado por estaca de otro mayor que existió y duró poco en otro sitio de la Ciudad.
El árbol prosperó como en su patio africano, pero medio siglo después fue sacado de raíz por un vendaval. Una estaca del tronco fue replantada en la avenida Táchira, donde es apreciado por muy pocos de los que saben de su existencia. Otros, clonados de una rama de éste, existen en el Jardín Botánico del Orinoco.
lunes, 17 de junio de 2024
ESTE PASAJERO NO ES MIO
Marcos Dinelli, otrora camarógrafo de Radio Caracas TV, atento a la emergen-cia de un DC-3 al que no le salía el tren de aterrizaje, se sienta atrás en la Ambulancia que ha sido puesta junto cdn el Carro-Bomba del Cuerpo de Bomberos Aeronáuticos, para auxiliar al avión tan pronto su piloto lo aterrice de barriga. En efecto, tan pronto aterrizó, la ambulancia salió disparada hacia la pista y Dinelli que veía perdido el ángulo visual de su objetivo, se lanzó asido aja cámara y dió varias vueltas sobre el pajonal resultando con traumatismos y una herida en la frente. Los ocupantes
del avión, no obstante lo aparatoso del aterrizaje, salieron ilesos, pero el piloto extrañado de ver a Dinelli herido, pro-rrumpió: “No, que va, este pasajero no es mío”.
domingo, 16 de junio de 2024
VUELO RASANTE
Susto con peligro de perder su licen¬cia sufrió el Capitán Parra, pilo¬to de un DC-9 de Avensa, cuando para complacer a los organizadores de la Semana de la Aviación que culmina el 29 de septiembre, realizó un vuelo rasante sobre el aeropuerto, a mil pies de altura. Un Papparazo que también los hay en la ciudad, tomó la foto y, para impresionar al director del periódico que pagó por ella, hizo un montaje en el que el DC-9 se veía casi rozando los aviones parqueados de Rutaca. De la peripecia tuvo conocimiento la División de Aeronáutica del MTC que decidió amonestarlo, entonces se movilizó y el Papparazo quedó al des¬cubierto.
sábado, 15 de junio de 2024
EL DICTADOR DE NICARAGUA ANASTACIO SOMOZA
El Presidente de Nicaragua, Anastasio Somoza Debayle, luego de asistir en Puerto Ordaz a una reunión de mandatarios de los países del Caribe, comentó con el periodista que sería difícil volver a Venezuela no, porque Carlos Andrés Pérez no lo haya recibido en el Aeropuerto alterno de Ciudad Bolívar (siempre hay una excusa diplomática), sino porque se llevó un gran susto. El avión presidencial - un Sable - donde venía, aterrizó justo con el último litro de gasolina. Pero en la Estación del Aeropuerto, donde permaneció durante dos horas atendido solícitamente por Rigoberto Belisario y Efrén Bolívar, no había el combustible apropiado para esa aeronave, por lo que debió reanudar el vuelo hasta Puerto Ordaz con gasolina adrenalina acelerando el ritmo cardíaco. Poco tiempo después, el 27 de septiem¬bre de 1980, llevaría un susto mayor, y mortal, sería asesinado en Paraguay.
viernes, 14 de junio de 2024
NIEHOUS Y EL PILOTO JUAN BOLIVAR
William Frank Niehous, el Vicepresidente de la Owens Illinois, secuestrado por grupos guerrilleros durante más de tres años, fue motivo de dos incidencias anecdóticas: Una, según la cual, a dis¬gusto del Comandante del Batallón de la V División de Selva, el piloto Juan Bolívar, por llegar primero al Hato Dividivi, le tocó trasladar a Niehous en el helicóptero de la Gobernación hasta Ciudad Bolívar. Cuando se hallaba en pleno vuelo, el Comandante instruyó por la frecuencia de la radio trasbordar Niehous al helicóptero del Ejército, pero el “Indio de Camurica” como sus colegas apodaban a Juan Bolívar, se puso duro: “Lo lamento, Comandante, el cielo es mío, el deber de usted es custodiarme”.
Dos: cuando Nihouse llevaba varias horas en la ciudad, las autoridades decidieron su traslado a Caracas. En ese momento, Efrén Bolívar, jefe de Zona, lo llamó: “Mr. Niehous”. Este se volteó y saludó con la mano a tiempo que Efrén le preguntó; “Mr. Niehous, queremos saber ¿cuándo vuelve?. ' con rostro compungido exclamó: “Noo, God forbidü!”
jueves, 13 de junio de 2024
UN SORDOMUDO COMUNICATIVO
El sordomudo Clovis Guevara, acusaba una viveza diligente desde que amanecía hasta el aterrizaje del último de los aviones que cubren las rutas de las minas diamantíferas y auríferas del interior de Guayana.
La tarea diaria que le había impuesto
la necesidad de un ingreso más o menos estable, consistía en acarrear carga y pasajeros hacia determinada aeronave, lo cual le reportaba doble propina: la del piloto y la del viajero. Podía, además, solicitar combustible con su onomatopéyica voz, calentar los motores y carretear la avioneta de un lugar a otro si era
preciso, salvo que siempre se negaba a
volar porque, al igual que a Nico, apa-
rentaba sufrir de aerofobia.
El miedo a los aviones le vino desde
que el Capitán Rubén Vargas, piloto de
un bimotor oficial en el que viajaba
Como invitado, embanderó intencionalmente el motor derecho. Al percatarse, el Mudo Clovis se zafó el cinturón, corrió alborotado hasta la cabina y esti¬rando el brazo derecho y dándole de canto con su mano izquierda casi que habló por primera vez.
El piloto comentó después haber dis-frutado por anticipado de lo que fue siempre un reiterado episodio de hilari¬dad en el diario discurrir del aeropuerto, donde el Mudo, a pesar de su incapaci¬dad para hablar, era el que mejor se comunicaba y entendía con la gente, menos cuando lo dieron por perdido y hubo que movilizar a la Policía. El Mudo, tres días fuera de su casa sin pre¬vio aviso, fue hallado en Canaima y nadie supo jamás cómo llegó a aquellos predios.
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