domingo, 13 de diciembre de 2020

GUAIDÓ Y LA ASAMBLEA NACIONAL

Juan Guaido, un ingeniero civil con cara de muchacho recuerda al bíblico David contra Goliat cuando la pesada maquinaria del Gobierno le cae encima con furia aplastante utilizando en cadena los incontables medios de comunicación del Estado. Obviamente, es cómodo y premeditado señalar a Guaidó y no a la Asamblea Nacional de los supuestos actos lesivos a quienes sustentan el actual estado de cosas, sin detenerse a reparar que el Presidente Juan Guaidó Márquez no ejerce posición pública importante si los partidos mayoritarios de la Asamblea Nacional no están de acuerdo. Tener el diputado que soportarlo estoicamente lo convierte en adalid o en en algo así como una piedra rompe olas. Parodiando un poco a Neruda, podríamos cantar entonces aquél poema: “Al golpe de la ola contra la piedra indócil, la “oscuridad” estalla y “Guaidó” establece su rosa.(AF)

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