domingo, 7 de marzo de 2021

PRIMERA AVIONETA VENEZOLANA QUE ATERRIZA EN LA ISLA DE ANACOCO

El 15 de abril de 1967 el MOP-4 es la primera avio-neta en aterrizar en la Isla de Anacoco. Iba pilotada por el Capitán Oscar Matute, quien hizo un aterrizaje perfecto, po¬niendo a prueba en su etapa fi¬nal de construcción la pista proyectada por el Gobierno Esta pista de unos ochocien¬tos metros de longitud, cons¬truida en el corazón de la Isla y entre poderosos y gigantescos árboles selváticos, facilitará la comunicación con ese puesto de frontera que no ha mucho pro¬dujo una seria controversia en¬tre Venezuela y la Guyana. Y ¿Por qué la la llaman Anacoco? Según lo explica el periodista Germán Carías en un reportaje publicado en El Nacional, es porque allí vivió durante muchos años una Señora llamada Ana que vendía coco. (AF)

martes, 2 de marzo de 2021

COTÚA CASI LE SACA EL OJO A UN PESCADOR

Una Cotúa que sobrevolaba las aguas del río Areo en busca de alimento, confundió el ojo de un pescador que afloraba a la superficie del agua y casi se lo enguye, creyendo que era un pez. A este río Areo, a 60 kilómetros norte de Soledad, había ido muy temprano y en compañía de su primo, el agricultor Juan Me¬dina, de 24 años y natural del vecindario "Las Bombitas", Distrito Independencia, para arponear peces debajo del río. Y contó al llegar aquí con la córnea y el iris del ojo izquierdo desprendido cuando emergía del río en busca de aire, la parda ave marina se le lanzó de picada, confundiendo posiblemente su ojo con un pez. Medina ingresó al Hospital Universitario de esta ciudad auxiliado por Eustaquio Rojas, comandante de una patrulla policial del otro lado del río Orinoco.(AF)

viernes, 26 de febrero de 2021

HOTEL BOLÍVAR 1900

Según la información hemerográfica de que dispongo, la imagen corresponde al antiguo Hotel Bolívar inaugurado en 1900 por el comerciante Emiliano Eugenio Monch Siegart Allí se dio a conocer por primera vez en noviembre de 1901 el Bioscopio un prototipo de cinematógrafo en el que se exhibió la película “El Famoso baile de la serpentina” y la “Destrucción del vapor de guerra Maine”. Este hotel de la Calle Orinoco como entonces se llamaba, pasó después a propiedad de José María Méndez, quien lo vendió en 1935 a la señora Ana María Stevenson. Finalmente, el hotel dejó de funcionar y se le dio otro destino vinculado con el Resguardo fluvial y el depósito de cabotaje cedido por el Gobierno central para la construcción del Gran Hotel Bolívar, hoy Hotel Colonial, inaugurado en 1952. (AF)

sábado, 20 de febrero de 2021

UNA MISS BOLÍVAR AUTÉNTICA

Candíz Shutie Blanco, al igual que Marlene Manrique (en la foto), decía aludiendo a las anteriores, que ella era una Miss Bolívar auténtica. Ciertamente, muchas son las candidatas que en certámenes anteriores representaron al estado Bolívar, sin conocerlo siquiera. En una de esas presentaciones a la prensa le preguntaron a la de turno por la Sapoara y respondió ingenuamente interrogando ¿Qué animal era ese?. A Candiz no le hubiese ocurrido eso, primero porque no es ingenua y segundo porque nació a la orilla del Orinoco y aunque residenciada en Caracas, nunca dejó de visitar Ciudad Bolívar y de tener contacto con la tierra. Cuando ella era aspirante a coronarse como Miss Venezuela 1991, dispensó una visita al alcalde de la ciudad Jorge Carvajal para conocer los problemas de la comunidad, especialmente los que atañen a la niñez y al programa de revitalización del Centro Histórico. Y lo hizo con propiedad pues la candidata dijo ser economista, con un postgrado en gerencia administrativa en Boston y poliglota, pues domina además de su propia lengua el inglés y el francés. Candiz Suthie Blanco había sido candidata el año anterior y hubo de retirarse al sufrir accidente en el Pico El Avila, cuando realizaba prácticas de montañismo de la que es aficionada junto con la natación y el flamenco. (AF)

viernes, 19 de febrero de 2021

EL GERMANO QUE VINO POR SAPOARA Y SE QUEDÓ POR MANGO

Bocholt es una ciudad alemana próxima a la frontera con Holanda, donde se habla el alemán antiguo, que viene siendo el idioma holandés actual. Allí nació, poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Wolfgang Schoroder Lennartz, un profesional de la hotelería, del turismo y del arte culinario vinculado a nuestro continente por ese puente que significa turismo internacional. Llegó a Venezuela el 8 de agosto de 1981, contratado por Evca, una empresa norteamericana de consumo, dedicada a la elaboración de comidas para comedores industriales. Wolfgang vino dentro de un grupo de diez técnicos de diferentes países, especializado en comidas internacionales, para poner en marcha los comedores de los campamentos de trabajo de la presa Raúl Leoni. Veinte días después de haber llegado directamente de Europa a Guri, el grupo organizó y puso a funcionar los comedores. El 28 de agosto salieron las primeras comidas para 8 mil obreros que laboraban en la construcción de la última etapa de la presa. El contrato era por seis meses mientras se entrenaba al personal. Pero Wolfgang, a pesar que se le agotó el tiempo del contrato, Se quedó en Guayana, con otros centenares de extranjeros que adoptaron esta tierra como segunda patria porque siempre les fue imposible resistirse a la magia del agua y de la selva. Pero, por qué no decir también, al encanto de la mujer venezolana. Porque en el caso de Wolfgang, Conchita, su esposa, excelente profesional de medicina, fundadora de los servicios de terapia intensiva en Guri, es una caraqueña gentil que comprometió su destino con el hombre venido de mundos tan distantes. Cuando Wolfgang aceptó la oferta por seis meses como entrenador de cocina en Guri, quiso saber en qué parte de Venezuela quedaba ese lugar y, lógicamente, fue a nuestra embajada en Frankfort a solicitar información, pero el personal no supo donde ubicarlo, de manera que Wolfgang Schoroder Lennartz embarcó en Viasa y en menos de dos días estaba en el pórtico de la selva guayanesa, aturdido por el espectáculo imponente de aquel hermoso río batallando contra el muro. - No sabía dónde estaba. - ¿Qué siente un hombre en esas condiciones? - Es algo inquietante y a la vez emocionante. La aventura está llena de esas cosas. Además, no era la primera vez que me ocurría, que viajaba y me impactaba lo desconocido. Antes había estado en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Holanda, Singapur, Australia y Nueva Zelanda. “Un mes después de mi llegada, - dijo - cuando en una tertulia familiar alguien me habló de Angostura. Desde mi primera escuela sabía de esta ciudad lejana con la cual se vincularon importantes científicos alemanes como Alejandro Humboldt que escribió seis trabajos sobre Guayana; Koch Gunberg, etnólogo, explorador del Roraima; Roberto Schombert, etnólogo y explorador del Amazonas y de la Gran Sabana y, entre otros, Ernesto Ule, quien estudió la formación vegetal de la Gran Sabana. Acotamos que el médico Juan Teófilo Benjamín Siegert, inventor del famoso Amargo de Angostura, también era alemán y que esta capital en el siglo pasado importaba por el Orinoco muchas cosas del puerto de Hamburgo, de manera que no es extraño que en Alemania se conozca más a Angostura que en la propia Venezuela. Lo cierto es que Wolfgang estuvo metido de lleno en Ciudad Bolívar y debidamente instalado con una rotisería y una agencia de fiestas tan productiva que el negocio le dio lo suficiente para reinvertir sus ganancias en un complejo agro industrial donde la materia principal era el abundante, amarillo aromático mango guayanés.(AF)

miércoles, 17 de febrero de 2021

“AMOR A LA PATRIA” PERIÓDICO QUE SUSTITUIRÍA AL “CORREO DEL ORINOCO”

El “Correo del Orinoco” habría podido permanecer si su vida no hubiese estado limitada desde un comienzo por la provisionalidad de Angostura como sede del Poder Nacional. Siendo un órgano del Supremo Gobierno debía asentarse en donde quiera que este estuviese y es por lo que al escogerse a Nuestra Señora del Rosario de Cúcuta como centro de los poderes de Venezuela y Cundinamarca reunidas en una sola nación, queda sellado el destino del “Correo del Orinoco”. No obstante, tuvo vida hasta marzo de 1822 en que el coronel José Ucroz, gobernador de la provincia, cesó como tal. La vida temporal del “Correo del Orinoco” la previó Bolívar cuando a fin de que se multiplicaran los establecimientos tipográficos becó a jóvenes para que aprendieran el arte de la imprenta en los propios talleres del Correo. Meses después, mayo de 1820, se diseñó un nuevo periódico: “Amor a la Patria”, no oficial, del que al parecer solo se publicó un prospecto. Un aviso en la edición 61 del Correo da cuenta del mismo y se le atribuye a un grupo de amigos “que quieren demostrar que hacen lo que le es posible y han formado el prospecto, de un periódico con el título de “Amor a la Patria”, que está ya impreso. Los que deseen tomarlo y suscribirse ocurrirán a la casa de la Imprenta y se instruirán del plan y demás conducente.” “Amor a la Patria” iba a ser el sustituto del “Correo del Orinoco”, pero la depresión económica como intelectual de la Angostura a causa del cambio de sede del supremo gobierno fue tal que el periodismo desvaneció y hubo que aguardar 17 años para que se reanimara con la aparición de “El Telégrafo” (AF).

domingo, 14 de febrero de 2021

CALIPSO DE EL CALLAO DIFERENTE AL ANTILLANO

El oro y el color de la piel de su gente no es sólo lo que llama la atención de El Callao, sino también su Calipso de reminiscencias ancestrales, muy diferente al antillano porque es sin steel band y con cantos. Calipso muy del pueblo, animando comparsas llenas de símbolos y colorido, moviéndose al ritmo de los tambores, bunbac, el rallo y la campanilla. Ambaicalá, Body Man Down, al ritmo del calipso van coreando las comparsas de la Negra Isidora, de Kenton y de los Hermanos Clark que aún muertos sobreviven en la memoria y tradición. A la percusión se suman las cuerdas del bajo, de la guitarra y del cuatro más el sonido metálico del cencerro y el chascoso de las maracas. En El Callao, la danza y la música tienen sabor propio y es igual en el carnaval, en la Navidad y año nuevo como en los días de su patrona Nuestra Señora del Carmen o como cuando llega un personaje muy importante. Pero es durante los carnavales cuando El Callao se transforma en señuelo nacional. Oscar Palacios Herrera, Paco Vera, Régulo Pérez y Juvenal Herrera eran los primeros en llegar. Desde todos los ángulos de la Guayana y desde más allá del Orinoco viene gente a bailar el calipso un tanto amerengado. A el domplín, el calalú, el bananpilé y el yinyabié. Entre trago y trago del mabí se canta el ambaicalá de la Negra Isidora por las calles estrechas del poblado que nunca dejan de ser interminables a la hora de “El Callao to morrow night”.(AF)

sábado, 13 de febrero de 2021

EL SOCIO INVISIBLE DEL GUAYANÉS

El guayanés en su quehacer de todos los días y para cualquier empresa tiene un socio que casi nunca identifica. Cuando se le oye hablar de él inmediatamente nos lo imaginamos de carne y hueso y, por supuesto, con otras determinantes posibles, pero, a la larga, nos damos cuenta que el bendito socio es un ente mágico – religioso o simplemente teologal. El socio viene siendo Dios al que también llaman “El Viejito” uno de esos espíritus andante que se encarnan transitorios en los médium o el mismito Satanás. El guayanés, especialmente el guayanés del río, del llano y de la selva, no quiere sentirse solo de lo desconocido e inventa ese “socio”, favorecido por su ambiente socio – cultural, que lo hace sentir seguro. La figura del socio la capta Gallegos a su paso por aquí y la sumerge en “Doña Bárbara”. La devoradora de hombres tiene un socio que es el Nazareno de Achaguas, pero como nunca lo identifica por su nombre, la gente del llano, sobremanera, Pajarote, conjetura que es el diablo. Así como en Canaima Gallegos recoge la leyenda de la piedra de Santa María y de la sapoara, también en “Doña Bárbara” cuenta la creencia mágica del “socio” y del “Viejito”: “Dejamos al Viejito”, dicen los palanqueros río adentro, y preocupados regresan por él al punto de partida. Zarpan de nuevo y preguntan el patrón “¿Con quién vamos?” y responden desde la proa: “Con Dios... y María Santísima”. (AF)

viernes, 12 de febrero de 2021

PESCADORES MARGARITEÑOS EN EL MAR ROJO

Los pescadores Margariteños se veían como pobres de nuevos horizontes cuando el turco Salim les abrió los postigos de lugares remotos que excitaron su espíritu de hombres de mar y, sin pensarlo mucho, un día antes de la octavita de la virgen se hallaban “arrasando” los ostrales del Mar Rojo. De Margarita a las costas de Arabia hay un buen trecho y la distancia se refleja en la naturaleza, forma y color de las costas. Perlas como las de Paraguachoa ¡ninguna! Aquellas madreperlas de allende los mares eran más pobres que el alma del turco Salim Abouchamad, empresario de la idea. En la propia geografía de los acontecimientos, allí frente a las costas de Eritrea y Socotora, las celosías de la emoción por nuevos mares promisorios se cerraban. Había que regresar. Caletearon pesados fardos del ejército italiano alistándose para empoderarse de Etiopía y se hicieron de unas cuantas liras para sobrevivir y escapar de los nubarrones belicistas que se cernía sobre la negra Abisinia. En Venezuela, el dictador Juan Vicente Gómez tenía la muerte anunciada, pero el Correo parecía más expedito que el de ahora y mi General pudo enterarse a tiempo de las vicisitudes de aquellos diecisiete pescadores margariteños que quisieron establecer su ranchería en las costas africanas. De manera que ordenó todas las providencias consulares para reponerlos de nuevo en el punto de donde salieron un 24 de julio de 1934. Al cabo de trece meses retornaron los “ñeros” de aquella aventura parecida a un cuento de la sultana Scherezade. (AF)

jueves, 11 de febrero de 2021

PEDRO MONASTERIO INICIÓ ACTUAL EXPLOTACIÓN DEL ORO EN GUAYANA

Entre los descubridores de los yacimientos auríferos del Yuruary figura Pedro Monasterios Soto, bisabuelo de Rafael Monasterios, pintor venezolano al que con motivo de los 100 años de su nacimiento, la GAN y el Museo de Barquisimeto organizaron una exposición selectiva de sus obras. Pedro Monasterios antes de internarse en la selva del Yuruary, había estado en Angostura como edecán del general José Laurencio Silva y, posiblemente entonces, lo picó el prurito de El Dorado, pues tan pronto cesó la campaña libertadora que lo llevó hasta Guayaquil, regresó a Nueva Granada en 1830 donde adquirió conocimientos prácticos de mineralogía. Luego se vino a su natal Caracas, pasó a Barquisimeto y finalmente se trasladó a Guayana por la vía de San Fernando de Apure. Como lo haría después desde Valencia Lucas Fernández Peña hasta fundar y quedarse en Santa Elena, Monasterios buscaba y quería tener oro en la faltriquera, pero sin bastimento, en una zona desolada y agresiva, no le quedó sino la alternativa de regresar a Barquisimeto. Su proeza, porque era una hazaña entonces, internarse en la selva, convenció a los guayaneses de la existencia de ricas minas auríferas en el Sur que llevan ya más de 150 años explotándose y cada vez en cantidades superiores. Una hoja impresa de 1850 testimonia la presencia en Tupuquén de Monasterios, quien murió el 18 de agosto de 1868 en la más completa pobreza. 50 onzas de oro entonces valían poca cosa. Con el precio de hoy, ayer le habría sido una fortuna.(AF)

LOS APODOS EN LA ISLA DE COCHE

En la isla de Coche cada habitante tiene su apodo. Es raro quien no lo tenga. A los cochenses les resulta más familiar y cómodo identificar a sus semejantes con un nombre distinto al pronunciado por el sacerdote a la hora del bautizo. El postulado a ocultar tras un remoquete es observado detenidamente por el vulgo y de acuerdo a su propio nombre, origen, procedencia, oficio o defecto se procede a encasquetarle el mote que lo marca para toda la vida. Sin duda una costumbre pintoresca de la sociología de esta islita que aún ignora a ciencia cierta por que la llaman “Coche”. De acuerdo al nombre puede apodársele “Beca” si se llama Isabel, “Juana Maquera” si viene del Maco, “La Juañanga” si es delgalichada por defecto y “Funeraria” si su oficio es el de vender urnas como el caso de “Chucho Funeraria”. Aquí el sobrenombre tiene congnomento pues son varias las personas que llevan el nombre de “Jesús” sinónimamente aceptado como “Chucho” por lo que se reforzó la alteración vocálica de su nombre con la denominación de su oficio a fin de que no se confundiese, por ejemplo, con “Chucho Liboria” (Jesús, el hijo de Eliboria Velásquez), o con “Chucho Cazón, el hijo de “Felipe Cazón” que recibía tal cognomento porque solo pescaba este tipo de celacio voraz que en Venezuela le hace como vianda al bacalao que importamos de Terranova y así como “Chucho Funeraria” y tantos tenemos al presidente Municipal, Evencio Blanco, a quien muy pocos quieren identificar sino con el nombre de “Troya” porque cuando él visitó la isla por primera vez fue para introducir esta marca de un producto alimenticio, desaparecido o difícil de hallar como la leche en esta isla de sol y sal del sur margariteño. (AF)

martes, 9 de febrero de 2021

HABLAN MUCHO DE LOS TIBURONES Y BRAVA ES LA TINTORERA

Los tiburones que merodean por los mares que circundan la Isla de Coche son inofensivos. Con cualquier golpe de canalete se espanta. Por lo menos es lo que contaba Froilán Lunar (Chilango), pescador connotado de esos lares. A los tiburones uno los arremete y desaparecen. En cambio, con la Tintorera, muy parecida al tiburón, no ocurra lo mismo. Esta suele espantarse con la primera arremetida, pero luego de la huida se devuelve “y allí viene el desaguase”. Chilango no sabía leer, pero le escribían y un turista le escribió y le envió recortes con las cartas cruzadas entre Arístides Bastidas y lectores del medio impreso referente al tiburón “con licencia para matar” a los James Bond. Para este pescador, en la familia de los cetáceos como en la del género humano se consigue de todo y tal vez, Bastidas se refería, no al tiburón inofensivo de las costas de Margarita y Coche que nunca le ha hecho nada a nadie, sino a su parienta la Tintorera de la que muy pocas se ven por aquellos mares y a las que los pescadores saben cómo tratar para que no se pongan en la mala con ellos. Froilán Lunar vivía en el mar pescando hacía sesenta años, desde que era muchacho en la ranchería de los Coello y podía hablar con propiedad de la ictiofauna marina y contar vivencias extraordinarias no sólo de tiburones y tintoreras sino también de la caballa que, según él, desbarajusta cuando el pescador la llama por su nombre, pero cuando exclaman “miren un cardumen de peces negros” estas se quedan como arremansadas y “a tirito” de arpón.(AF)

lunes, 8 de febrero de 2021

LA “Y” DE LA ZAPOARA

No es que el sustantivo “Zapoara” ortográficamente lleve una “Y”. Nada de eso, sino que en la estructura esquelética del pez de este nombre, legítimo y único del Orinoco, existen huesecillos parecidos a la Y griega. Detalle biológico que hace aún más interesante este pez fusiforme de coloración vistosa que abunda y se captura durante la temporada de agosto. El fin de tales apéndices intercostales es el de unir costillas con costillas y contribuir a robustecer la armazón esquelética de los peces con movimientos vigorosos como el morocoto y el coporo que también los tienen y son grandes migradores. La Zapoara es un pez migrador que se desplaza contra la corriente y en consecuencia debe cumplir movimientos fuertes. Se ha investigado que una vez adulta, sale de los rebalses y lagunas marginales en el período de aguas altas y recorre unos 400 kilómetros con propósitos reproductivos. Aquí, de acuerdo con una consulta al biólogo marino Daniel Novoa, estaría la explicación de este hueso parecido a la vigésima séptima letra del abecedario castellano y a la que tanto tememos los devotos de la exquisita vianda orinoqueña. Y la verdad es que la ye o y griega siempre ha sido de temer, no sólo en el sentido gastronómico sino también suele hacer las veces de vocal y en su pronunciación puede confundir con la “ll”, pero su fin esencial siempre es el mismo, en ciertos peces de agua dulce, para unir costillas con costillas y en el lenguaje castellano para unir las palabras o cláusulas de una oración.(AF)

domingo, 7 de febrero de 2021

LOBOS DE RÍO Y DE MAR

La diminuta isla de Coche, poblada desde el 28 de agosto de 1527 por Juan López de Archuleta, y la cual llegó a ser hasta 1907 capital del Territorio Federal Colón que comprendía todas las demás islas del Caribe pertenecientes a Venezuela, con excepción de Margarita, ha dado entre muchos, dos hijos, marinos intrépidos como su fundador, que mencionan con admiración las crónicas de ayer y de hoy por haber participado en aventuras históricas singulares como la científica de Humboldt y Bonpland por el Orinoco hasta Río Negro y, la más reciente, cumplida a bordo del “Niculina”, peñero margariteño, hasta Río de la Plata, ida y vuelta, para demostrar la navegabilidad por los países del Hinterland. Son ellos, Carlos del Pino, a quien Humboldt embarcó en “El Pizarro” cuando este fondeó incidentalmente frente a la isla de Coche, y Antonio Coello Fernández, patrón del “Niculina” a bordo del cual Constantino Geroguescu Pipera y el camarógrafo Mark Mikolas, navegaron a través de los ríos de la Argentina, Paraguay, Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela. Carlos del Pino murió al regreso de la expedición humboldiana de 16 meses, en Angostura, a causa de la malaria, mientras que le primo Rafael Antonio Coello Fernández, continúa navegando entre Coche y Porlamar contando a cada amigo y paisano su proeza de mar y río que le ha valido un lugarcito en la historia de la ansiada navegación por los países del Orinoco, el Amazonas y el Plata. (AF)

sábado, 6 de febrero de 2021

LOS TRES BARRABÁS

Los tres Barrabás más frescos en la mente del venezolano seguramente que son el judío que así de verás se llamaba y que según las escrituras sagradas fue preferido por una multitud en lugar de Jesús para que Poncio Pilato le concediera la libertad en la fiesta de Pascua; Rafael Serrano Toro, a quien la cárcel milagrosamente regeneró e hizo miembro de la narrativa después de haber sido delincuente, y Jaime Teófilo Hudson, cuyo único “delito” fue extraer de los aluviones del Icabarú una piedra preciosa de 155 quilates, la más grande hasta ahora dada por Guayana, pero también la de peor suerte pues la Casa Harry Winston de Nueva York la fraccionó para mejor negocio. Pero por este hallazgo precioso y muy digno de un minero guayanés, Jaime Teófilo Hudson jamás estuvo preso, lo que no quiere decir que no la haya estado. Lo estuvo no hace mucho en Tumeremo por piropear la mujer de un guardia nacional y una poblada, POR coincidencia, pidió también su libertad y es que el negro calloense, no por llevar el nombre de Jaime ni el apodo de Barrabás es querido en la Guayana de las leyendas insondables sino porque realmente él simboliza la imagen y destino minero tradicional, del que nada tiene y llega de súbito a tener mucho y al final se rinde a la pobreza. El Barrabás guayanés del diamante que después de fraccionado y tallado fue vendido por más de 5 millones de dólares, murió pobre y no tuvo ni siquiera sueños ni esperanzas, sino vivencias fantasmales como las que poblaron el alma literaria de ese otro Barrabás llamado Rafael Serrano Toro. (AF)

viernes, 5 de febrero de 2021

UN PEZ LLAMADO “EL BACHILLER”

Autoridades académicas del instituto Oceanográfico del núcleo Sucre de la Universidad de Oriente, pensaron que sería beneficioso para campesinos de las costas del Manzanare adentro ponerles a tiro de pesca una vianda rica en fósforo y proteínas, cultivada en los meandros del río más grande que tienen los sucrenses y tenía que ser un pez prolífico y de rápido crecimiento en aquel hábitat tan escasamente animado por especies autóctonas. De manera que puesta en marcha la idea, a uno de los expertos biólogos del instituto se le ocurrió que la Tilapia africana vendría bien para aquellas aguas que bajaban del Turimiquire y se importó un buen cardumen de pececillos para las primeras siembras, pero ocurrió que con el tiempo de la lluvia los cultivos desaparecieron y por extinguidos se daban hasta que la investigación científica los puso al descubierto en otras aguas muy al sur y fuera de los límites del estado. La Tilapia, de rasgos comunes al exquisito Pavón de las lagunas del Caura, había remontado los cursos fluviales que llegan hasta Monagas donde se daban su agosto pescándolos con señuelos rápidos los agricultores y como hasta allí debieron llegar en sus pesquisas profesores y estudiantes del instituto deseosos de estudiar el fenómeno, los campesinos entre bromas y chanzas acordaron adoptar la especie africana con el nombre de “El Bachiller”. “Voy a pescarme un bachiller” se oye decir por allá cerca del Guarapicje y el Guanipa.(AF)

LA FIESTA DE LA JUVIA

Los indios del Alto Orinoco realizan una fiesta parecida a la de la vendimia europea. Tal es la fiesta de la recolección del fruto de la juvia, un árbol silvestre de la región del Padano semejante al castaño y que ellos utilizan como parte de su alimentación. Por cierta época del año los indios cubren una larga jornada de varios días en busca de la juvia y a su regreso todo está preparado para el jolgorio. Danzas, monos asados y bebidas fermentadas alegran el retorno y la cosecha. La juvia, también llamada almendrón o castaña brasileña, llega a medir hasta 40 metros de altura y noventa centímetros de diámetros. Los frutos, pesados y tan grandes como la testa de un recién nacido, contienen de doce a veinte nueces y están siempre listos para gotear a fines de mayo. Fuente importante de grasa y proteínas, además de algunas vitaminas como la A, es la nuez del fruto de la juvia y por eso los indios, antes de que llegue la lluvia, lo buscan donde esté y lo cargan en cestones como nidos de oropéndolas sobre la espalda limpia. Cuando la caravana llega, casi no hay tiempo para el reposo. Suenan los instrumentos, las bebidas fermentadas comienzan a surtir su efecto y los indios tomados de las manos hacen un círculo y entonces danzan girando alternadamente a la izquierda y a la derecha. En la danza no participan las mujeres y su tarea durante la fiesta se limita a servirles el asado de mono y las bebidas mientras los sonidos agudos y melancólicos de las cañas invaden el ambiente. (AF)

miércoles, 3 de febrero de 2021

LOS LACITOS DE SEDA SALVARON A LOS BOLIVARENSES DE LOS RAYOS CÓSMICOS

El día en que se agotó la seda todo el mundo andaba asustado ante el temor de que fuese cierto lo pronosticado por el doctor José Nancy Perfetti, según lo cual, sobre la ciudad se desataría una enorme tempestad seguida de aquel calor febril y acre que sofocaba al habitante. Lo inaceptable para muchos era que todo un científico como el doctor Perfetti recomendara para protegerse de los rayos, anudarse un trapito de seda en los dedos gordos de los pies y las manos además de uno en el cuello a manera de collar. Para los incrédulos era algo casi rayano en lo ridículo; sin embargo, muchos aceptaron porque aparte de resguardarse bien en una casa con pararrayos, no había al parecer otra alternativa. La advertencia indicaba que la seda debía ser la purita que teje el gusano devorador de la morera pues había de otra clase fabricada con filamentos de celulosa que en ambiente electrizado podría trabajar al revés; pero, por lo que se comentó luego, la gente atemorizada no reparó en el detalle y agotó el stock que de ambas clases tenían las tiendas. Miles de rayos cayeron sobre la Angostura del Orinoco y nunca antes, Dios y los Santos vinculados al rayo y la lluvia, como San Isidro Labrador, recibieron mayor número de plegarias. La empresa del alumbrado eléctrico, en prevención, cortó el fluido hasta tanto pasara la tempestad. La ciudad quedó bajo una oscuridad tan sólo interrumpida por el vivísimo resplandor de los fucilazos. Al día siguiente no se hablaba de otra cosa que del vaticinio Perfetti y los resultados milagrosos de la seda toda vez que nada se supo de persona alguna que hubiese sido fulminada por un rayo. Solo el Arzobispo Mata Cova se lamentaba de no haberle colocado un lacito de seda a la torre de la Catedral pues una centella había caído y dañado los relojes importados de Hamburgo el siglo pasado. (AF)

martes, 2 de febrero de 2021

EL MUDO DEL AEROPUERTO DE CIUDAD BOLÍVAR

El mudo del aeropuerto acusaba una viveza diligente desde que amanecía hasta que aterrizaba el último de los aviones que cubrían las rutas de las minas diamantíferas. La tarea diaria impuesta por la necesidad de un ingreso diario para la subsistencia le había desarrollado una sensibilidad de radar para localizar a quienes viajaban a las minas. Cargarles el equipaje y orientarlos en dirección al piloto comercialmente ansioso por llenar el cupo de su avioneta. Casi siempre, una doble propina – la del piloto y la del viajero – era la recompensa para quien a la hora de expresarse no logra sino articular el silencio de sus señas. Solo era posible escuchar su voz onomatopéyica cuando por el teléfono requerían servicio combustible para alguna aeronave. La práctica necesidad y el deseo de simpatizar y hacer gracia con lo excepcional había inteligenciado de modo tal a los bomberos del combustible con el mudo que difícilmente le fallaban. El mudito, moreno y magro que apenas llegaba a los 20 años, se desempeñaba con igual éxito en otros menesteres de la aeronáutica exclusivamente referidos a la avioneta. Podía llegar hasta calentarle los motores y carretearla de un lado a otro si era preciso, solo que nunca más quiso volar en ella desde que a un DC-3, en el que viajaba como invitado, se le “embanderó” el motor derecho. El mudo, que venía atrás sentado muy tranquilo mirando por la ventanilla, se levantó alborotado de un salto hasta la cabina y, remedando con el brazo lo que estaba pasando, hacía una y más señas nerviosas al piloto, que en medio de la emergencia parecía disfrutar por anticipado lo que iba a ser un episodio de hilaridad más en el diario discurrir del aeropuerto bolivarense donde el mudo, a pesar de su incapacidad parecía ser el que mejor se comunicaba y entendía con la gente.(AF)

EL CURARE

Los indios Yanomami, en sus dominios de los altos del Caura y Cuchivero parecen ser los únicos que se resisten en dejar el Curare para asegurar el éxito de su caza, pues de cierto se sabe que en otras comarcas tribales ha desaparecido casi por completo la práctica ancestral de emponzoñar las armas de caza y guerra con esta sustancia resinosa, oscura, amarga y de efectos fulminantes. El indio ha descubierto en la escopeta un sustituto más expedito aunque explosivo, pero cuya novedad parece incapacitarlo para ver más allá ciertas consecuencias que bien pudieran determinar antropólogos y ecólogos. Por supuesto que la escopeta es más costosa y ahora, con la devaluación, debe serlo mucho más, pero esto parece no detener al indio entusiasmado pero un arma que para manejarla no se requiere mucha pericia, que no es tan aparatosa como el arco y la flecha, además de la ventaja de que un solo disparo puede, por el desparrame de perdigones, deparar muchas presas. De manera pues que se ha ido quedando con ella y dejando a un lado la que durante centenares de años le ha servido de apoyo para su seguridad personal y de ayuda para el logro de la subsistencia. Queda claro que con el arco y la flecha desaparece también la labor industriosa del Curare sostenida por quienes dentro de la tribu saben dónde encontrar el bejuco de Mavacure y como obtener el veneno de la corteza y el sámago y luego combinarlo con el ciracaguero para que dé los resultados que se buscan. La vigencia del curare estaría en la medicina que ha venido empleándolo con éxito en la anestesia general y para tratar los espasmos musculares en los enfermos de tétano, pero en la actualidad están apareciendo otras sustancias más efectivas y menos costosas que en definitiva terminarán por dejar en paz al Mavacure del sur orinoqueño.(AF)

domingo, 31 de enero de 2021

“CACHIMBO” EL PORTERO IMPENETRABLE

Todos saben que está muerto, que murió hace unos cuantos años, no se sabe cómo y dónde. Sólo se sintió su ausencia cuando en las porterías de los espectáculos, los mozalbetes tuvieron éxito con sus cuentos y argucias para burlar al taquillero y al portero colándose sin presentar ni siquiera la cédula. Para el común, Cachimbo nunca tuvo nombre de pila (Ramón Guillén) y se duda si el remoquete se lo endilgaron por la forma de su figura acachimbada o si porque los humos de su oficio tan estricto y severamente cumplido se le habían ido a la cabeza. Muchos dicen que su figura tiene en cierta modo que ver con Cantiflas, precisamente en “El Portero”, película de los años 50 con Silvia Pinar Si estuviéramos en Perú quizás habría tenido mayor justificación porque Cachimbo le dicen allá a los gendarmes y el Cachimbo angostureño era todo un guardián montado en la puerta. Lo cierto fue que “Cachimbo” se quedó para institucionalizar la portería como oficio que no admitía más entrada sino aquella que tuviese como contrapartida el valor realmente estipulado para poder disfrutar el espectáculo de cine, circo, teatro, boxeo, béisbol, hipismo o fiesta bailable, pues en todos parecía estar Cachimbo ya que para desolación de los pícaros juveniles, los empresarios del espectáculo se lo disputaban con ofertas remunerativas que hacían de Cachimbo el portero mejor cotizado de Venezuela. Cachimbo era garantía absoluta de un balance real entre lo que entraba por taquilla y pasaba por la puerta. No había porque preocuparse si el espectáculo era gratuito o de otra condición, solo entraba quien debía, como ocurrió al estudiante Carvajal cuando llegó al estadio a la lección de gimnasia escolar, que tuvo que quitarse pantalón y camisa en la puerta para que Cachimbo se convenciera de que el short y la camiseta deportivas que llevaba correspondían a la escuela de turno. (AF)

sábado, 30 de enero de 2021

EL BUEN TIEMPO Y EL MAL TIEMPO

Todos y para todo deseamos buen tiempo, y cuando el tiempo es malo, lo aconsejable es no destemplar el rostro porque entonces el tiempo se lo come a uno. De allí tal vez el adagio común y preventivo de “al mal tiempo buena cara”. Afortunadamente en este “eterno país de verano” como lo llamó Wulliam Eleroy Curtis, el tiempo malo es temporero y quienes, en todo caso más lo sufren son los navegantes de mar y cielo que para “torearlo” aumentaron y multiplicaron las aplicaciones del giróscopo de pasadas embarcaciones y establecieron además las radioayudas, faros y otros horizontes referenciales. Los campesinos, menos sofisticados y alejados de las invenciones, métodos modernos y de la información de observatorios y estaciones meteorológicas, no tienen muchos problemas para saber cuándo habrá mal tiempo partiendo de que siempre el tiempo es bueno en este lado del mundo. Por la regla ancestral que han impuesto la observación y el contacto diarios con la madre naturaleza, ellos saben que mientras por las noches canten las tucumurrucas, los aguaitacaminos y los grillos, habrá buen tiempo y que lo contrario sería si los bachacos, como en noche nupcial, se ven muy activos desnudando a los árboles y las josefinas sin temor ofreciendo sus flores lo mismo que los guamaches. Entonces es seguro que el tiempo será malo porque también las chicharras al igual que un payador, se verán cantando continuamente de día y de noche mientras un halo amarillusco se empeña en hacer más atractiva a la diosa selenita de la tierra.(AF)

viernes, 29 de enero de 2021

LOS GIGANTES VISTOS POR AMÉRICO VESPUCCI

Américo Vespucci escribió haber visto gigantes en la isla de Curazao. Mujeres como Pentesilea y hombres como Antelo, “de tanta estatura que cualquiera de ellos era tan alto de rodillas como uno a pie”. Un patagón habría resultado de la talla común de un liceísta ante aquellos descomunales seres que espantaron al navegante florentino y a sus acompañantes en intento de capturar quinceañeras caquetías en la antillana isla para llevarlas de muestra al Rey. Walter Raleigh venido después, no como conquistador sino como pirata, también dijo haber visto seres fenomenales, sólo que no eran gigantes sino hombres sin cabeza, con la cara en el pecho y el cabello en los hombros que habitaban en los ríos Aro y Caura. Tales eran los “ewaipanomas” que asombraron al mundo; pero no habría sido más que el producto de alucinaciones propias de quienes afiebrados por las aventuras penetraban mundos ignotos y desconocidos, o tal vez fabulaciones intencionadas para llamar la atención de los europeos, aunque bien algunos seguidores de Erich Von Daniken podrían asegurar hoy que no trataba de una cosa ni de otra sino de seres reales venidos de otros planetas. Lo cierto es que después de entonces nadie más por esos lares ha visto almas tan extrañas. Los habitantes de Curazao no acusan ascendientes herculeanos o como los vistos por Gulliver en Brobdingnad, altos como una torre, que acrediten lo dicho por Vespucci; y en los territorios del Aro y Caura los único sobrevivientes desde tiempo inmemorial no han sido que otros que los e’ñapa o panare, tan normales físicamente como el resto de los americanos. (AF)

jueves, 28 de enero de 2021

SOLANO BURLÓ AL DRAGÓN DEL ORINOCO

Quien haya ido a la escuela difícilmente ignore la existencia de Atures, un raudal inmenso que impide la navegación por el Orinoco. La zona abrupta y pedregosa de Atures atravesada en el río como un dique, consigue aumentar la fuerza del Río Padre en forma tal que el resultado es una explosión de violencia que achica y enmudece al más valiente. Mapara o Adules le dicen los indios Maypure y los misioneros lo configuran con el mitológico y terrible Dragón, protagonista de numerosas leyendas y películas en las que siempre resulta vencido, especialmente si quien suele enfrentarlo ostenta los poderes milagrosos de San Jorge, San Miguel o Santa Marta. Los expedicionarios que desde la época de la conquista hasta noviembre de 1951 se afanaron en buscar las fuentes u origen del Río Padre, se encogían de temor ante ese innavegable obstáculo de los Raudales de Atures y Maypure. José Solano, comisionado de límites, remontando el Orinoco en 1756 casi es convencido por los sacerdotes jesuitas para que desistiese de la temeridad de pasar los raudales, por lo menos, en sus barcos. Pero el expedicionario fingió un día ir a pescar y sin que misioneros e indígenas se percataran realizó la proeza de atravesar los raudales y dicen las crónicas de la época que el Padre Superior de los jesuitas, al conocer la noticia, dijo a Solano: “Me alegro que haya usted sujetado al Dragón mientras estaba dormido que al despertar con las crecientes ha de bramar por hallarse burlado”. (AF)

miércoles, 27 de enero de 2021

EL MONSTRUO DEL ORINOCO

La piedra del medio llamada “Orinocómetro” en razón de que por ella se guían los ribereños para medir el nivel del río padre, también, al parecer, tiene su monstruo como Escila y Caribdis de las famosas Rocas Erráticas que estremecieron las naves de Ulises mientras navegaba de regreso a su lejana y amada Itaca. La leyenda se teje desde algún tiempo y el director de una Emisora local la aprovecho en cierta ocasión en un alarde de especulación periodística que sacó a su emisora de abajo colocándola en los primeros lugares de sintonías. Lo cierto es que por donde el Chino León decía que aparece el monstruo de la Piedra del Medio absorbiendo como tromba todo cuanto por allí se acerque, han desaparecido curiaras, nadadores y hasta una chalana llamada “La Múcura” se hundió por allí en la década del 50 y esto, por supuesto, a través del tiempo ha dado pábulo a la imaginación popular tan sensible a las homéricas fantasías de la Odisea. Atraído por la leyenda llegó hasta aquí un barco del Instituto Oceánico de la UDO a detectar con sus sondas ultrasónicas lo que pasa por los alrededores de la Piedra y localizó una depresión en forma de embudo que alcanza la increíble profundidad de 150 metros bajo el nivel del mar y, aguas más arriba, justo bajo el tablero del Puente Angostura, otra fosa con profundidad de 60 metros. En estas dos fosas donde se arremolinan las aguas del Orinoco podría estar la clave de los fantasmas de Escila y Caribdis que pusieron a valer al Chino León y a la hoy desaparecida emisora del Paseo Meneses, Radio Orinoco.(AF)

martes, 26 de enero de 2021

ORIGINALES DEL MENSAJE AL CONGRESO DE ANGOSTURA

El historiador Pedro Grases hizo posible que el señor Philip J. Hamilton Grierson, tataranieto en cuarta generación del coronel James Hamilton, donara a Venezuela el manuscrito original del Discurso de Angostura, pronunciado por Simón Bolívar, el 15 de febrero de 1819 ante el Congreso de la República reunido en la capital orinoquense. Los descendientes del coronel que tan decididamente cooperó en la lucha por nuestra independencia, hicieron posible el largo viaje de Londres hasta Ciudad Bolívar y aquí, en la antigua Casa de San Isidro, en ceremonia muy especial, los recibió el presidente Carlos Andrés Pérez. La joya histórica fue obsequiada el 12 de diciembre de 1975 y los guayaneses rebosaron de contento y agradecimiento porque la augusta Casa del Congreso de Angostura que había sido restaurada bajo el mandato del gobernador Domingo Alvarez Rodríguez, tendría su complemento más apreciado y podría exhibirlo en un cofre – fuerte tal como el Acta de la Independencia en el Salón Elíptico del Capitolio. Pero no ocurrió así. El mandatario nacional desconfió del sistema de seguridad local y dijo que menor estaría bajo su custodia ese manuscrito, que según nos informó en cierta ocasión el escritor Manuel Alfredo Rodríguez, el presidente mostraba con orgullo a todo personaje importante recibía en Miraflores. Cuando se preparaban los actos del bicentenario del natalicio del Padre de la Patria, se planteó a la junta organizadora la posibilidad de gestionar, como en efecto se hizo, la creación de una unidad de la Guardia del Libertador en la Casa del Congreso de Angostura, no sólo pensando en la prestancia y suntuosidad de las efemérides, sino en el posible retorno del preciado documento a la ciudad orinoquense, pues demás está decir que ningún lugar es tan natural y apropiado para su permanencia y exhibición que la histórica casa donde fue prohijado. Ahora que estamos próximos a un nuevo aniversario – el 203 – de la instalación del Congreso de Angostura, bien podría renovarse por parte de las autoridades o líderes de la ciudad, una reiterada gestión en tal sentido para ver si de una vez nos libramos del mote de indiferentes que suelen endilgarle a los citadinos ante la desaparición de sus reliquias. Porque de verdad que hemos perdido unas cuantas: los vitrales y las arañas de la Catedral, la estatua pedestre de Miranda, las campañas de Santo Tomás de la Guayana, el púlpito del Paraninfo del Colegio Federal de Varones. Sólo y gracias a Rafael Pineda hemos podido recuperar la prensa del Correo del Orinoco que se hallaba en el Museo Bolivariano y la pintura de Miranda hecha por Arturo Michelena donado a Pérez Jiménez, quien a su vez la había obsequiado al Club Militar de Caracas. Afortunadamente y no obstante estar casi siempre a la vista pública, conservamos el Cristo donde oró el general Manuel Piar poco antes de ser pasado por las armas en la Plaza Angostura. Por cierto que en estos días visitamos la Casa Piar y vimos el Cristo exhibido en una burda caja de cristal, y me asombré porque ha perdido su color original. Este crucifijo de plata fue elaborado por un orfebre margariteño que prestaba servicio como soldado en los Castillos de Guayana. En el cuarto que sirvió a Piar de capilla ardiente, Zapata pintó un mural que nunca hemos visto bien como tampoco el tríptico que el doctor David Morales Bello donó al Estado y el cual se exhibe en el salón de los próceres del Congreso de Angostura. Aunque ambas pinturas son alegorías alusivas, visiblemente interrumpen, con su estilo modernista, la augusta atmósfera del pasado histórico que los bolivarenses desean conservar.(AF)

lunes, 25 de enero de 2021

PERUCHO AGUIRRE, POETA Y CANTOR

Perucho Aguirre, poeta y cantor de la tierra amada, me regaló su cuaderno que habla de las cosas más bellas y puras de la isla de Coche y de un momento imborrable de su infancia allá en su natal Otrabanda de la Asunción de donde también era su padrino Concho, Juan Cancio, el zapatero Cheque Larez y la maestra Luisa que tantas veces lo salvó de los correazos de aquel papá impositivo que enfermo se ponía la ampolleta él mismo en la vena. Nos impresiona Perucho con su imagen de niño que trataba de entretener la pena que le causaba la muerte de su padre y lo que aguardaba, empinado su volador desde la acera donde llegaban los lamentos y lágrimas del velatorio. “¿Perucho, mijo venacá, es que no te das cuenta? ¡Tu padre en cuerpo presente y tú en esta calzá montado volador.Tú no ves que estamos llorando? ¡Dame acá! Ven para que te despidas de tu padre que lo van a tapar”... y Perucho soltándose de los brazos de su maestra pasó corriendo entre aquel gentío de ropas moradas, blancas, y negras hasta ganar el fondo de la casa y esconderse más allá, junto a un riito detrás de una guaratara grandísima donde los ñangaragatos le sacaban con lágrimas el recuerdo de aquella sentencia de su padre enfermo postrado en el catre: “Ya sabes, Concho, si me muero, tu eres el pái deste muchacho y cuidadito como me le consientes una porque te salgo” (Aquí vemos en la fotografía a Perucho cantando con el periodista Evaristo Marín, quien fue corresponsal de El Nacional en Ciudad Bolívar) (AF).

domingo, 24 de enero de 2021

BOLÍVAR ENTRE LAS BALAS Y EL VALSE

Como cualquier ser humano común y corriente, pero con espíritu jovial, a Bolívar le gustaba el baile aunque con el tiempo, a medida que iba saliendo de la guerra, pero agravándose los problemas políticos y de salud, esa afición fue decayendo. Su baile preferido era el valse y danzaba horas seguidas cuando encontraba buena pareja. Llegó a decir Bolívar a su edecán Perú de Lacroix que el baile lo inspiraba, y excitaba su imaginación de manera tal que muchas veces, estando en campaña, alternaba el baile con la tarea de escribir y despachar órdenes cuando por la noche había fiesta en alguna ciudad, pueblo o villa del lugar donde acampaba su ejército. “Hay hombres – decía – que necesitan estar solos y bien retirados de todo ruido para poder pensar y meditar; yo en cambio, reflexiono y medito en medio de la sociedad, de los placeres, del ruido y de las balas”. Y así como le aficionaba el baile también le gustaba el vino y elogiaba sus virtudes. “Es una de las producciones de la naturaleza más útiles para el hombre; tomado con moderación fortifica el estómago y todo el organismo. Es un néctar sabroso y su más preciosa virtud es la de alegrar al hombre, aliviar sus pesares y aumentar su valor.” Anecdóticamente comentó en cierta ocasión como una simple botella de vino madera le hizo cambiar de decisión y ganar una batalla que parecía imposible. Empero si bien el vino agradaba al Libertador, trataba de evitarlo debido a que lo excitaba en extremo. Exaltaba de tal forma su temperamento que lo hacía según el caso escenificar comportamientos fuera de todo orden y protocolo como el que tuvo al final de un banquete ofrecido en Angostura a John B. Irving, Comisionado especial del Gobierno de los Estados Unidos. En sus Leyendas Históricas, Arístides Rojas cuenta que Bolívar, al llegar el momento de los postres, se subió a la mesa y pisando de un extremo a otro cuanta losa y cristalería había en ella, prorrumpió enardecido al calor de la conversación: “Así, así iré yo del Atlántico al Pacífico y desde Panamá a Cabo de Hornos, hasta acabar con el último español.” Esto, al parecer, se hizo una constante pues en el Alto Perú en 1924 – escribe el general Francisco Burdett O’Conor, Bolívar dio un banquete a los jefes oficiales con ocasión de la reunión de las unidades del Ejército Libertador y al contestar un brindis suyo, exclamó alzando la copa “Este es un brindis” Luego saltó sobre la mesa, vació la copa y la estrelló contra la pared de la sala. En Arequipa en 1825 en un banquete que ofreció el general argentino Rudesido Alvarado, hizo algo parecido. Las explosiones temperamentales casi desbordando las copas por lograr la libertad de América. De todas maneras, Bolívar era indudablemente un genio y a decir de Séneca “no ha habido hombre genio extraordinario sin mezclarse de locura”.(AF)

sábado, 23 de enero de 2021

EL MEREY

Ya tenemos cien millones de pinos Caribe sembrados en las sabanas del sur de Monagas con costo muy superior a los 50 millones de bolívares. Si hubiésemos hecho lo mismo con el Merey, la empresa habría sido más fácil, menos costosa y más productiva, puesto que el Pino no es autóctono como el Merey ni tan noble y resistente a la sequía, plagas, enfermedades y a la inevitable candela veraniega de nuestras sabanas. Al norte y sur del Orinoco el Merey nace y crece silvestre hasta fructificar y perderse generalmente la cosecha como secularmente se pierde la de sarrapia. Sin embargo, no ocurre así en África, la India, Mozambique, Tanzania y Kenya que importaron la semilla, fomentaron su cultivo y lo industrializaron hasta hacer de él una importante cáscara de la nuez como la almendra y el falso fruto tienen una extensa variedad de usos. La botánica Julia F. Morton, de La Universidad de Miami, da a conocer que la cáscara de la almendra resulta ser la fuente más económica de los fenoles y el aceite no solamente es utilizado como rubefaciente en el tratamiento de enfermedades como la lepra y la psoriasis sino que en la industria se emplea en la obtención de resinas y barnices no tóxicos, insecticidas, fungicidas, resinas y lacas, adherentes, electro-aislantes, gomas plastificantes, de embrague y frenos, recubrimientes para tanques de madera y cemento, aislantes y antioxidantes. Esto sin contar que la almendra de la nuez es rica en proteína, grasas, fósforo y vitamina “A” mientras que el falso fruto es millonario en vitamina “C”. En Ciudad Bolívar solo es aprovechado por la industria casera del popular mazapán y el Merey en almíbar. (AF)

viernes, 22 de enero de 2021

PICUREARSE

El Picure es roedor un poco parecido a la lapa. Hocico largo, arisco, en manada casi siempre atravesando los caños del Caura y otros ríos de Guayana. Nada tiene de sanguinario este mamífero tan cotizado por el tigre. Sin embargo, “Picure” le decían a uno de los guardaespaldas del funesto Tomás Funes, quien durante ocho años explotó las riquezas forestales del Amazonas a sangre y fuego y a un costo humano alto, tal vez situado en unas 400 víctimas. “Picure” junto con otro apodado “Avispa” era el encargado de espiar y eliminar a los enemigos en una trilla llamada “la trocha de la muerte” que comunicaba a San Fernando de Atabapo con el Alto Orinoco. El remoquete de “Picure” a este guardaespaldas o espaldero de Funes quizás no sea por lo cruel y sanguinario que era sino por lo trompudo y husmeador que había sido el nefasto personaje. De todas maneras, lo curioso del caso es que después que el general Arévalo Cedeño libera al Amazonas tras una operación sigilosa y sorpresiva desde las llanuras de Casanare, enero de 1921, el temible “Picure” se las ingenia para burlar a sus captores y logra escaparse sin que pudiese nunca darse con su paradero para que pagara sus crímenes. Desde entonces un nuevo verbo reflexivo, sinónimo de fugarse habilidosamente, entró a formar parte de la terminología criollas “Picurearse”. (AF)

TUCUCIMBA, PERIÓDICA HOJA DE CHEMELO

El Tucucimba es un cerro que mora vigilante y eterno frente a Mapire. Para llegar a él desde la otra orilla donde reside el pueblo, hay que cruzar el Orinoco y caminar luego un buen trecho de sabana. Después del río, fuente de vida de los maripenses, lo que más llena el espíritu es el Tucucimba, bien por esa sensación de seguridad y elevación que da el cerro en sí, como por su nombre cuatrisílabo y sonoro que se prestaron en sus años mozos el poeta Camilo Balza Donati y el periodista J. M. Guzmán Gómez para poner a circular una hoja suelta con los chismes e incidencias de la comunidad. Para Guzmán Gómez (Chemelo) que ahora tiene una más grande y moderna llamada “El Expreso”, aquella periódica hoja suelta tipo carta, escrita a dos columnas en una vieja Remington del viejo Santos Guzmán, ha sido el primer y único periódico que ha tenido el ribereño pueblo anzoatiguense. Tal vez el único periódico también del mundo que tuvo mayor número de lectores por ejemplar, pues no se editaba más que uno solo y lo leían todos los moradores. A quien le llegara sin tener que pagar pregón, adquiría de hecho la obligación de pasarlo al vecino en cadena que debía concluir en el primer eslabón, aunque a veces ocurría que la hoja, ya muy manoseada y arrugada era acomodada en la valija del correo en busca de lectores más cercanos a la civilización, maripeños en Barcelona, Caracas o Ciudad Bolívar, ansiosos de saber lo que estaba pasando en los predios orinoqueños del Tucucimba.(AF)

miércoles, 20 de enero de 2021

A BULLA M INERA

La bulla de los monos y guacamayas ha quedado desplazada en la selva guayanesa por los mineros cuya algarada de febril pedrería dispara hacía las copas espantando la sonora tranquilidad de los pájaros. De manera que otra bulla bulle en la selva maltratada por la ambición dorada. Donde hay bulla hay mineros, donde hay minero hay diamante y más bulla hay a medida que como río crecido va arrastrando todo cuanto la bulla abarca en la selva como el crocitar de aves y el bufidos de animales. Son tantas mujeres como hombres, muchos hombres y mujeres tantas como hombres con la piel solana que van como ciegos cimbrados bajo el peso del guayare, atropellando la oscura humedad de la jungla. Llevan los ojos ansiosos por una sed que parece no apagarse nunca. Van a lo que después se vuelve bulla, bullicio, algarabía interminable que nadie sabe donde comienza y dónde habrá de terminar. Sólo se sabe que lo que será en aquel lugar o en otro más allá del río y la quebrada, allá en el bosque umbrío y sombrío, lleno de maraña o selva intrincada, será después tierra arrasada, acribillada y deshecha, fuerza muscular hundida como barrena en la entraña de aluvión y greda que buscaba alrededor de las cribas yuxtapuestas la diminuta y centellante luz de una kimberlita apagada por los siglos. (AF)

martes, 19 de enero de 2021

MIGDALIA LA OTRORA DIRIGENTE JUVENIL

Migdalia García, la otrora dirigente juvenil de Copei. era más conocida que su chica patria Moitaco, en otros tiempos Ciudad Real, en margen alta orinoqueña. Y eso ocurría cuando el municipio bolivarense pasaba los 230 años, mientras que la joven morena, tan mal vista por los adversarios de su partido, apenas llegaba entonces a los 25. Esto demuestra que lo importante no es la permanencia en el tiempo sino otros valores condicionales de la existencia humana. Moitaco, aparte de tener buen pasto para la ganadería y un clima excepcional que incentivó la estancia del expedicionario José de Iturriaga en 1856, no tiene otros aportes connotados. En cambio, Migdalia, la inquieta muchacha que encendía con sus discursos a la masa estudiantil peñalveriana, echó por tierra su timidez provinciana y subió a los estrados de la metrópoli para desde allí emprender una cruzada nacional a favor de los consumidores, eternos espoleados de la economía usurera y cuyos defensores han sido siempre unas leyes, podríamos decir, que de poco monta, no porque carezcan de importancia, sino porque les ha faltado un buen jinete, pero gracias a Dios, las mujeres como las amazonas de Orellana, también montan y, no olvidemos, que Migdalia García, la Superintendente de Protección al Consumidor en tiempos de Luis Herrera, es de esos lados y de allí, por ancestro, su valor y manera de guerrear que la hacía más conocida que su propia patria chica Moitaco o Muitaco, Puerto Sano o Ciudad Real.(AF)

DE LA ISLA DE COCHE A CIUDAD BOLÍVR EN BARCO DE VELA

Angel María Rodríguez (Mallía) personaje pintoresco de la isla de Coche, murió en el timón del “San Rafael”, que henchido su velamen de trespuño viajaba cada quince días de Coche a Puerto La Cruz pasando por Cumaná, Cariaco y Santa Fe, a veces llegaba has Ciudad Bolívar, con pocas piedras de lastre, muchas arrobas de pescado seco y una que otra mara salpreso para los amigos y relacionados de cada puerto. Mallía tenía siempre algo que dar además de su bendición de padrino y su inmenso corazón de marino a tiempo completo. Su barco era pequeño y por eso en la cubierta sólo había espacio para él; Salomón, su único marinero, y un perro ladrador que mantenía a raya de estribor a los pequeños nadadores asediantes del mango, el aguacate, el coco, el cambur y la caña dulce que el San Rafael traía de vuelta. Los trespuños de Mallía, Chongoro y Jorge Fernández eran los que prácticamente aprovisionaban de frutos a la isla desde Costa Firme. Cuando los barcos zarpaban, la Playa de los Medios, donde anclaban, quedaba desolada, pero cuando desde la Piedra del Piache divisaban las velas de regreso, el puerto se volvía una fiesta y sí a Mallía le iba bien, libaba unas copas y compartía su alegría con los niños. Desde El Cardón hasta Valle Seco caminaba a paso forzado con una lata de caramelos debajo del brazo, respondiendo con frenesí a la algarada muchachera de “Picha Mallía / Más picha Mallía” mientras su compadre Justo Vásquez venía más atrás, a bordo de una cerreta, disparándole cohetes a las estrellas.(AF)

domingo, 17 de enero de 2021

¿DESAPARECIÓ LA REVISTA TRICOLOR?

La Revista Tricolor para los niños, fundada por ese pionero de la literatura infantil, Rafael Rivero Oramas, curiosamente bajo un gobierno de facto, lleva más de 70 años de existencia con 300 ediciones que años atrás llegaba religiosamente a las escuelas, pero que en la actualidad, y no obstante su último tiraje de 250 mil ejemplares, no llegaba sino a los lugares donde se compra el periódico en el que venía encartada. Nos preocupaba que el Ministerio para la Educación gastara miles de bolívares por cada edición y que la revista no llegara a las escuelas como solía llegar Uyapar, una publicación de formato pequeño que editaba la División de Relaciones Públicas de la CVG, con menos recursos. Sabemos que en la edición y distribución de Tricolor nada tienen que ver su actual director, colega Hugo Colmenares ni el asesor editorial Néstor Curra como antes Liliam Bermúdez y el poeta José Quiaragua Pinto. Por el contrario, sabemos de sus desvelos por mantener la periodicidad y calidad de la revista, pero siempre en vano porque hasta la partida disponible para pagar el trabajo de los colaboradores, fue eliminada. De Liliam cuando era directora y yo colaborador frecuente, recibí una vez carta solicitando colaboración gratuita porque ya no había dinero para pagar a los colaboradores. Producto de una crisis económica ahora agravada por la implacable Pandemia. No importa, siempre he estado dispuesto a colaborar como seguramente lo estarán muchos, pero es triste y lamentable que la Revista, declarada Patrimonio Cultural de la Nación, no esté saliendo en físico sino en la Página web. (AF)

sábado, 16 de enero de 2021

EL HIERRO DEL CUADRILÁTERO SAN ISIDRO

San Isidro Labrador ha sido asociado con el agua y el sol porque según creencia a él se le adivinan poderes intermediarios para hacer que Dios quite el Sol cuando está muy quemante y haga menos intensa la lluvia cuando por caer en exceso obliga también a un exceso de ruegos por parte de los devotos del santo. Sin embargo, en el santoral San Isidro Labrador está representado con el emblema de la abeja y el pan simbolizando tal vez algún pasaje muy acentuado de su abnegada existencia. Como quiera que sea, lo cierto es que San Isidro no estaba muy bien con Ferrominera cuando se proponía explotar con todos los hierros el cuadrilátero de su yacimiento, nada menos que de 400 millones de toneladas de mineral ferroso con tenor de 65 por ciento. Lo decimos porque el día en que muy cerca del cerro el doctor Aníbal La Riva se disponía decir el discurso de inauguración de los trabajos de infraestructura para la explotación del mineral de San Isidro, sobrevino un golpe de agua que nadie esperaba, pues varios meses hacía que no llovía y además el sol había amanecido esplendoroso. El arzobispo Crisanto Mata Cova y el padre José que estaban entre los circunstantes, poco entendían el fenómeno de la aguada y parecían buscar la respuesta mirando al cerro y al cielo, pero menos podía entenderlo el amigo Aníbal La Riva que comenzó diciendo “Hace un rato le preguntaba al padre José si San Isidro no sería un santo devaluado por aquello del agua y el sol”. Algo así como un santo que ya no hacía milagros. No dijo ni sabemos que respondió el sacerdote, pero seguramente que estaría más de acuerdo con el santo labrador, pues el hierro, al fin y al cabo, no es un producto renovable como el sol, el agua, el pan y la miel. (AF)

viernes, 15 de enero de 2021

El Periodista José Carrillo Romero

Junto a su tumba dijo el exiliado “perdonen ustedes venezolanos, pero para nosotros los chilenos ha sido más violento el impacto” y su mirada perdida entre cruces y lágrimas parecía negarnos la posibilidad contraria y mire usted lo que lloraba Marina y lo desencajada que estaba el alma de Pancho y de Rogelio. Carrillo era así de grande en el corazón ajeno. Su nombre para algún sitio que lo resguarde del olvido, propuso al final, el extranjero, porque sencillamente, el periodista, sin mirar condición, origen, ni esperar nada a cambio, debía perpetuarse en alguna forma, aunque fuese en la intangibilidad de una interrogante formulada con las letras de su nombre. Ha muerto un hombre útil, tituló el “Correo del Caroní” el mismo día y la reflexión no podía ser más acertada. Carrillo, José Carrillo Romero, era extremadamente útil como la de socorrer al exiliado, arriesgar su tranquilidad y la de los suyos contra la injusticia y poner a prueba la verdad en los momentos más difíciles. La última vez que hice contacto con él, fue a través del teléfono para precisar la noticia que “El Nacional” publicaría al día siguiente en primera página. Entonces, bajo aquella densa oscuridad en que se sumía el Oriente a causa de una avería en las líneas de transmisión de Edelca, me dijo “me iré de mi casa a la Corresponsalía con una velita” y la velita, el 23 de enero se convirtió en lucero. (AF)

miércoles, 13 de enero de 2021

“EL BRUJO” SAMBRANO PERDOMO

Aquellos pacientes atormentados por el asma no estaban en capacidad de comprender que la respuesta a su mal estaba en aquel polvillo que el médico pedía le llevasen luego de escobillarlo y recogerlo debajo de la cama, el escaparate y rincones de sus cuartos. Por eso de voz a voz hasta perderse la cuenta le fueron eslabonando al médico un collar con el rótulo de “Brujo”. Brujo ¡Qué ironía! Su único consuelo era que a Humberto Fernández Morán, todo un científico, también le decían “El Brujo de pipe”. Pero de todas maneras no se avenía a aquel cognomento que costara la vida a muchos inocentes durante la edad media. Era preferible explicarle bien al paciente. Llevarlo, si era necesario, al visor tubular del microscopio para que viese los aparentemente invisibles ácaros vivientes en el polvillo sedimentado en los rincones de los cuartos. De manera que así lo hizo y me lo contó en vida el doctor Miguel Sambrano Perdomo, alergólogo y profesor agregado de la Escuela de Medicina del Núcleo Bolívar de la Universidad de Oriente. Los ácaros, microscópicos arácnidos que viven en el sedoso polvillo de nuestras alcobas, pueden ser causantes alérgicos del asma y siendo ellos en ciertos casos alérgenos, es posible preparar con su detrictus una vacuna muy individual que libra al paciente de su asma alérgica, sin que esto, por supuesto, tenga absolutamente nada que ver con facultades sobrenaturales. (AF)

BOLÍVAR SE IRRITABA AL PERDER JUGANDO LA ROPILLA

La ropilla es o era uno de los tantos juegos posibles con naipes que distraía al Libertador durante su estada en Bucaramanga en 1828. Ignoramos la clave del juego. Hemos preguntado a colombianos amigos y buscado en el diccionario de la lengua, en el Laurosse y hasta en una enciclopedia antigua, pero lo único es que se trata – La ropilla – de una vestidura antigua de mangas cortas y que en Venezuela se le dice así a la toga que usan los magistrados. Pero ha debido ser un juego muy parecido al dominó o igual al Tresillo, sólo, que en vez de tres, la ropilla se jugaba con cuatro personas y ganaba probablemente el que hacía mayor números de bazas. Lo cierto es que el Libertador le atrajo temporalmente este juego que luego tildaría de fastidioso, aunque al principio llegó a sostener que no era puramente de azar como el monte, a los naipes, o al para – pinto, a los dados. Por eso llegó a irritarse cuando perdía. En partidas en que iba siempre de pareja con el coronel Luis Perú de Lacroix contra el general Soublette y el comandante Herrera, se levantaba de la silla, jugaba parado y hasta botaba los naipes y el dinero al abandonar el juego cuando la fortuna no lo favorecía. En el Diario de Bucaramanga escrito por Perú de Lacroix se encuentra esta reflexión muy humana y del carácter temperamental de Bolívar: “He perdido batallas, he perdido mucho dinero, me han traicionado, me han engañado abusando de mi confianza y nada de esto me ha conmovido como la perdida de una mesa de ropilla: es cosa singular que una acción tan frívola para mí como lo es el juego, por el cual no tengo pasión ninguna, me irrite, me ponga indiscreto y en desorden cuando la suerte me es contraria ¡Qué desgraciados deben ser los que tienen el vicio o el furor del juego!”. En el caso de la ropilla, para Bolívar no era el de perder unas cuantas monedas lo que lo irritaba sino la flaqueza de su habilidad de ciencia en determinada partida. Por eso se justificaba “no es dinero lo que jugamos, sino que cada uno de nosotros mete en el juego parte de su amor propio; Cuenta con su saber, cree tener más ciencia que los demás , y, esperanzado, con todo esto, se halla penosamente dessappinté cuando la mala suerte destruye todos sus cálculos y su saber”. Al final Bolívar no jugará más ropilla por llegar a la conclusión de que era un juego lento y fastidioso que no ocupaba suficientemente la imaginación. “Es preciso hallarse en Bucaramanga sin saber que hacer, para ocuparse de tal diversión”, llegó a exclamar para quitarse la ropilla de encima. (AF)

lunes, 11 de enero de 2021

Mariadela, periodista muerta en la tragedia de Tacoa

Mariadela, desapareciste como el polvo arrastrado por la brisa hasta más allá del firmamento, como el agua de los ríos que no se cansan de buscar caminos y se dejan consumir por el mar que los devora, como la angustia del caminante que se encuentra asimismo a lo largo de la ruta sin destino, como la estrella que renuncia a su titilar detrás de la nube penumbrosa, como el mar que se vuelve espuma contra los arrecifes, como el cielo que se aleja al paso del hombre por la luna, como las llamas que envuelven tu silencio, como el sol de medianoche más allá de la sustancia, como la sed del tinajero que gota a gota canta su canción de nuevo, como un reloj que al fin se olvida del tiempo, como lámpara votiva que dejó de ser con el devoto muerto, como el amor del pordiosero que pide de rodillas, como Dios que olvidó su omnipresencia el día más cumbre de tu huida; como el volcán que te alumbró la noche de tu despedida, como las cenizas de tus compañeros mezcladas con tus propias cenizas, como el suceso en la pantalla que alumbraba tu imagen cada día, como el último celuloide que daba vida a tu voz de reportera, como tus ojos brillantes a la luz de los volcanes, como tus manos color de primavera; como el Niño Jesús bajo el cobijo de los pastores, desapareciste, Mariadela. Por eso estarás siempre con nosotros el día de tu luz que fue ayer, hoy, mañana y siempre. (AF)

domingo, 10 de enero de 2021

Derechos del peatón

¿El peatón tiene derechos? Debería tenerlos, pero aparentemente no los tiene, o si los tiene o existen, los ignora o se los niegan. Lo cierto es que por las calles de la ciudad camina el pobre, expuesto al minotauro de cuatro ruedas. Ese raudo espécimen con el que la revolución industrial ha querido favorecer al hombre estrechado y arrinconado por las distancias, pero uno, mal comprendido y utilizado, sirve también para su desgracia acortándole el camino fatal hacia la invalidez y la muerte. Posiblemente el chofer o conductor fue antes peatón y experimentó los mismos temores y aprensiones de los viandantes que se cruzan en su ruta, para, como poseído por un mal ingenio, se ha vuelto demonio ante el volante. Por supuesto que no son todos, pero si innumerables los endemoniados que ponen en peligro a cada rato la vida del peatón indefenso. En países europeos existen Códigos ruteros que precisan muy bien los derechos del peatón y organizaciones que lo protegen. En Venezuela, donde los accidentes de tránsito están entre las primeras causas de muerte e incapacidad física, debería legislarse en torno a la materia porque el peatón no sólo está expuesto a la muerte repentina en cualquier cruce o calle sino también el envenenamiento por gases que escapan de los automóviles y a otros tipos de trastornos físicos y mentales debido al ruido de los vehículos y a la polución atmosférica. (AF)

EL DOBLE DE LUSINCHI

Lusinchi tenía un doble que precisamente no era el Doble Cuatro, sino uno que no sabía hacerlo ni sencillo con las zancas cuando a cualquier fotógrafo le daba por trancarlo en su cámara con una de espanto y traspié y que con mala intención política reproducían algunos medios, a los cuales, por supuesto, había tenido que salirse al paso no sólo el comando de campaña, sino el propio candidato, denunciando la trampa y advirtiendo que no debía confundirse el vino con el vinagre y que si a jugar de ese modo vamos, también ellos saben meter baza, trampa y todo, aunque los ajetreos electorales no dejan tiempo ni para empatarse en una de dominó, predilecto juego de políticos discípulos del indio de Carayaca, como lo fue predilecto también para el Libertador en Bucaramanga, la ropilla y el tresillo, juegos con naipes que deben parecerse a lo que en el oriente venezolano llamamos “carga la burra”, solo que, en el caso que nos ocupa y preocupa, cargar la burra o la mula no es lo mismo que cargar los problemas del pueblo, para lo cual no solamente hay que sentarse bien en la silla sino tener la silla bien montada.(AF)

viernes, 8 de enero de 2021

AGUARDANDO ORIGINALES DEL MENSAJE DE BOLÍVAR ANTE EL CONGRESO DE ANGOSTURA

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El historiador Pedro Grases hizo posible que el señor Philip J. Hamilton Grierson, tataranieto en cuarta generación del coronel James Hamilton, donara a Venezuela el manuscrito original del Discurso de Angostura, pronunciado por Simón Bolívar, el 15 de febrero de 1819 ante el Congreso de la República reunido en Guayana. Los descendientes del coronel que tan decididamente cooperó en la lucha por nuestra independencia, hicieron el largo viaje de Londres hasta Ciudad Bolívar y aquí, en la antigua Casa de San Isidro, en ceremonia muy especial, los recibió el presidente Carlos Andrés Pérez. La joya histórica fue obsequiada el 12 de diciembre de 1975 y los guayaneses rebosaron de contento y agradecimiento porque la Casa del Congreso de Angostura que había sido restaurada tendría su complemento más preciado y podría exhibirlo en un cofre – fuerte tal como el Acta de la Independencia en el Salón Elíptico del Capitolio. Pero no ocurrió así. El mandatario nacional desconfió del sistema de seguridad local y dijo que mejor estaría en Miraflores ese manuscrito, que según me informó Manuel Alfredo Rodríguez, el Presidente mostraba con orgullo a todo personaje importante que recibía en Miraflores. Sin embargo, los bolivarenses no están y jamás han estado conforme con esa explicación presidencial y continúan aguardando el retorno del documento a la ciudad orinoquense. Ningún lugar más natural y apropiado para su permanencia y exhibición que la histórica casa donde fue prohijado.(AF)