martes, 18 de diciembre de 2012

La mujer, argumento para vender



Robért Escarpit
Se habla de prohibirle a la pu­blicidad el tomar a la mujer co­mo blanco privilegiado o como argumento para vender.
Llevado a ese extremo, el fe­minismo corre el riesgo de agredirse a sí mismo. Si ya no se puede jugar con mitos bajo el pretexto de que esconden a veces realidades las relaciones sociales pueden convertirse en penosas y aún más, en peligro­samente tensas.
Proscribir la historia judía, es una forma de antisemitismo. Abstenerse de todo chiste so­bre las suegras, es una mane­ra de rehusar la vida conyugal. Y nada conforta tanto a los mandarines de la Universidad, coma zaherir al     sabio Cosimus. 
Le Monde

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