jueves, 16 de mayo de 2024

UN CHINO QUE NO ES CHINO

CIUDAD BOLIVAR (El Nacional-Especial) — A Tomás León Rangel, vice presidente de la Municipalidad, todo el mundo lo conoce como el "Chino León”, no porque sea realmente nipón ni haya estado alguna vez más allá de la cuenta, sino sencillamente porque tiene rasgos asiáticos definidos a nivel de la zona ocular, tan definidos que se obliga a usar lentes oscuros casi siempre. Pero no es el único, hay aquí otros y muy famosos como el famoso Chino Lee, connotado dirigente de Acción Democrática; el Chino Lima, quien ascendiór por segunda vez a la presidencia de la Asamblea Legislativa. El Chino Palermo, como coordinador del núcleo de la Universidad Pedagógica y otros menos connotados como el Chino Puerta y el Chino Car- mona. Pero cada vez que le es menester hacerlo para salvar confusiones, el Chino León aclara que él no es del llamado "Grupo Chino” al que la Causa Radical le remacha perseverantemente la impronta de "corrupto” que le costó al Chino Lee la Secretaría de Educación del CEN y otras posiciones de poder. La aclaratoria más reciente la formuló en el Salón Río Claro adonde concurrió desde el comandante Walter Becerra, el alcalde Jorge Carvajal y la prefecto Diomedes Túnez, hasta la dirigencia de todos los partidos para saludar a través de "Guayana, buenos días” al Chino León que cumplía 51 años de edad y 33 de locutor iniciado en Ondas Porteñas de Puerto La Cruz bajo la égida del Gabriel Aguilera Ordaz. El Chino León es realmente un personaje, no sólo como narrador fluido y agradable sino también como político de hábil sutileza dentro de los más enconados enredos. De suerte que ahora que la dirigencia adeca se ve como arrinconada por los constantes ataques del gobierno de Andrés Velásquez y de su partido, el Chino León logró ascender desde la bancada blanca al estrado presidencial del Concejo Municipal con los votos de la Causa R., del MAS, Copei y los de su propio partido Acción Democrática. Nacido el día de Santo Tomás, no por ello es in-crédulo como lo fue el apóstol. El Chino no necesita ver para creer. Se anota entre los que creen de buena fe y a primera vista y, sin embargo, confiesa que jamás ha sido engañado ni bajado de la muía y menos en esta su ciudad donde hace tiempo se acabó este noble medio de transporte y distracción de los muchachos que atardecían o amanecían en la Laguna El Porvenir para verlas abrevar. Quién se atrevería a engañar o a agraviar en cualquier sentido al que nunca le ha faltado un micrófono para decir y denunciar con "espadas y espinas” Tiene el Chino una manera tan particular de decir las cosas que a muchos les parece a la vez que terrible, divertida. Lo hace espontáneamente y ayudado por una elocuencia natural que se apoya en el lenguaje popular y coloquial, siempre lleno de gracia y de proverbios y que hoy por hoy tiene su Representación auténtica en el diario y longevo microprograma radial "La piedrita en el zapato”, que ostenta como lema "Así me lo dijeron, así lo digo”. (AF)

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