viernes, 22 de enero de 2021

PICUREARSE

El Picure es roedor un poco parecido a la lapa. Hocico largo, arisco, en manada casi siempre atravesando los caños del Caura y otros ríos de Guayana. Nada tiene de sanguinario este mamífero tan cotizado por el tigre. Sin embargo, “Picure” le decían a uno de los guardaespaldas del funesto Tomás Funes, quien durante ocho años explotó las riquezas forestales del Amazonas a sangre y fuego y a un costo humano alto, tal vez situado en unas 400 víctimas. “Picure” junto con otro apodado “Avispa” era el encargado de espiar y eliminar a los enemigos en una trilla llamada “la trocha de la muerte” que comunicaba a San Fernando de Atabapo con el Alto Orinoco. El remoquete de “Picure” a este guardaespaldas o espaldero de Funes quizás no sea por lo cruel y sanguinario que era sino por lo trompudo y husmeador que había sido el nefasto personaje. De todas maneras, lo curioso del caso es que después que el general Arévalo Cedeño libera al Amazonas tras una operación sigilosa y sorpresiva desde las llanuras de Casanare, enero de 1921, el temible “Picure” se las ingenia para burlar a sus captores y logra escaparse sin que pudiese nunca darse con su paradero para que pagara sus crímenes. Desde entonces un nuevo verbo reflexivo, sinónimo de fugarse habilidosamente, entró a formar parte de la terminología criollas “Picurearse”. (AF)

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