La piedra del medio llamada por Humboldt “Orinocómetro” en razón de que por ella se guían los ribereños para medir el nivel del río padre, también, al parecer, tiene monstruos como Escila y Caribdis de las famosas Rocas Erráticas que estremecieron las naves de Ulises mientras navegaba de regreso a su lejana y amada Itaca.
La leyenda se teje desde algún
tiempo y el director de la antigua Radio Orinoco la revivió en un alarde de
especulación periodística que sacó a su emisora de abajo situándola en en el primer lugar del sondeo de radioyentes.
Lo cierto es que por donde el Chino
León decía que aparecía el monstruo de la piedra del medio absorbiendo como
tromba todo cuanto por allí se acercaba, habían desaparecido curiaras, nadadores y
hasta una chalana llamada “La Múcura” cargada de vehículos se hundió por allí
en febrero del 52 y ésto, por supuesto, a través del tiempo ha dado pábulo a
la imaginación popular tan sensible a las homéricas fantasías de la Odisea.
Atraído por la leyenda llegó hasta
aquí un barco del Instituto Oceánico de la UDO a detectar con sus sondas
ultrasónicas lo que pasa por los alrededores de la Piedra y localizó una
depresión en forma de embudo que alcanza la increíble profundidad de 150
metros bajo el nivel del mar y, aguas
más arriba, justo bajo el tablero del Puente Angostura, otra fosa con
profundidad de 60 metros.
En estas dos fosas donde se
arremolinan las aguas del Orinoco podría estar la clave de los fantasmas de
Escila y Caribdis que pusieron a valer al Chino León y a la ya olvidada emisora del Paseo
Meneses.
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