jueves, 17 de enero de 2013

Las incalculables propiedades del Merey


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 Ya tenemos millones y millones de pinos Caribe sembrados en las sabanas del sur de Monagas con costo altísimo en bolívares fuertes.  Si hubiésemos hecho lo mismo con el Merey, la empresa habría sido más fácil, menos costosa y más productiva, puesto que el pino no es autóctono como el Merey ni tan noble y resistente  a la sequía, plagas, enfermedades y a la inevitable candela veraniega de nuestras sabanas.  Al norte y sur del Orinoco el Merey nace y crece silvestre hasta fructificar y perderse  generalmente la cosecha como secularmente se pierde  la de sarrapia.  Sin embargo, no ocurre así en África, la India, Mozambique, Tanzania y Kenya que importaron la semilla, fomentaron su cultivo y lo industrializaron hasta hacer de él una importante cáscara de la nuez como la almendra y el falso fruto tienen una extensa variedad de usos.  La botánica Julia F. Morton, de La Universidad de Miami, da a conocer que la cáscara de la almendra resulta ser la fuente más económica de los fenoles y el aceite no solamente es utilizado como rubefaciente en el tratamiento de enfermedades   como la lepra y la psoriasis sino que en la industria se emplea en la obtención de resinas y barnices no tóxicos, insecticidas, fungicidas, resinas y lacas, adherentes, electroaislantes, gomas plastificantes, de embrague y frenos, recubrimientes  para tanques de madera y cemento, aislantes y antioxidantes.  Esto sin contar que la almendra de la nuez es rica en proteína, grasas, fósforo y vitamina “A” mientras que el falso fruto es millonario en vitamina “C”.  En Ciudad Bolívar solo es aprovechado por la industria casera del popular mazapán y el Merey en almíbar.

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